
Cuando el aceite es desechado por el fregadero, se enfría y se solidifica, causando taponamientos que provocan fugas, malos olores y desbordamientos. Además, su acumulación afecta el funcionamiento de las plantas de tratamiento y contamina cuerpos de agua, afectando la vida acuática.
Por ello, COMAPA recomienda:
•Dejar enfriar el aceite después de usarlo.
•Guardarlo en una botella de plástico con tapa.
•Llevarlo a centros de acopio o entregarlo a recolectores autorizados.
Estas acciones simples contribuyen a mantener en buen estado el sistema de drenaje y a proteger nuestro medio ambiente.
Cuidar el agua es tarea de todos.